Cómo saber si una escuela es Montessori

Cómo saber si una escuela es Montessori o no

Hoy te voy a explicar los puntos básicos que tienes que tener en cuenta a la hora de cómo saber si una escuela es Montessori o no.

En muchas comunidades autónomas está terminando el plazo para elegir la escuela de nuestros hijos y nuestras hijas. Un proceso que da muchos quebraderos de cabeza, puesto que es una decisión importante.

Cuando además de querer elegir el cole más cercano, o en el que conocemos experiencias cercanas que nos gustan, queremos que esa escuela sea de una pedagogía alternativa específica, nos entran muchas más dudas. Esto pasa con las escuelas Montessori.

Hay veces que una vez que conocemos algo de la pedagogía Montessori nos planteamos que puede ser la opción que queremos para la educación de nuestros/as hijos e hijas. Pero el ser pa/madres no nos hace saber sin más cómo es una escuela Montessori (ni de ninguna pedagogía, claro está), y a veces nos fiamos de lo que nos dicen o del nombre.

El “problema”

El principal “problema” que nos encontramos es que no es un nombre registrado, sólo es un apellido, por lo que no hay nadie que verifique si cumple unos requisitos o no. Podemos poner ese nombre a nuestra escuela sin más, a veces incluso como reclamo sabiendo que no se cumplen ninguna de sus características.

(Actualmente AMI está comenzando un programa de acreditación de escuelas a nivel mundial, que empieza este año y será lento, pero que no nos va a garantizar que la escuela que no esté no sea Montessori).

Aspectos a tener en cuenta

Hay 4 aspectos básicos:

Ambiente preparado

En escuelas Montessori a lo que llamamos aulas se les denomina ambientes. Este ambiente está especialmente diseñado y cuidado para favorecer el desarrollo integral y la autonomía de los niños y las niñas. Suele ser un espacio amplio, diáfano, con luz natural, poca decoración, que aporte calidez y favorezca un clima de armonía.

 

Este espacio también se caracteriza por su orden y limpieza. En ningún sitio encontrarás materiales o juguetes amontonados, no hay que quitar cosas de delante para llegar a otro objeto, todo está a la vista.

Los ambientes se dividen por áreas, donde se encuentra el material de cada área, atendiendo a las necesidades de los niños y niñas.

Todo el espacio, incluido mobiliario, está adaptado a las necesidades y tamaño de niños y niñas, estando todo a su alcance, lo que les proporciona accesibilidad para el desarrollo de su autonomía.

Agrupamientos con mezcla de edades

Se mezclan edades en el mismo ambiente, lo que favorece que se ayuden y que sean modelos unos de otros.

Estos agrupamientos se distribuyen en Nido (entre los 4 y 15-18 meses), Comunidad Infantil (18 meses a 3 años), Casa de Niños (3-6 años), y lo que correspondería a primaria, Taller 1 (6-9 años), Taller 2 (9-12).

El paso de un ambiente al siguiente no lo marca ni cumplir años ni el inicio del curso escolar, van pasando de nivel cuando están preparados/as para ello. Si las aulas están separadas por cada edad, nunca será escuela Montessori.

Materiales

Aunque son lo que la mayoría conoce de esta pedagogía no es lo más importante. Sí que tienen que estar, cada ambiente tiene que tener los materiales Montessori diseñados para él, pero si sólo hay materiales y nada más, no será tampoco una verdadera escuela Montessori.

No hay libros de texto, no hay multitud de juguetes como en otras escuelas infantiles. Hay unos materiales diseñados científicamente por María Montessori para un aprendizaje en concreto. Tienen unas características especiales: aíslan una cualidad, son autocorrectivos (el niño o la niña puede comprobar si su trabajo es correcto sin ayuda de un adulto), atractivos y favorecen la manipulación ya que es un pilar básico del aprendizaje. Los materiales de vida práctica serán reales, adaptados al tamaño del alumnado.

El personal

La persona adulta en la escuela Montessori dista mucho de ser el /la docente que conocemos en la escuela tradicional. Se le conoce como Guía, y las personas que le ayudan como Asistentes.

Es más bien acompañante, un observador del niño o niña, al que ayuda y guía en su desarrollo potenciando sus aptitudes. Presenta el material y sobre todo observa para detectar las necesidades de cada uno/a y sus periodos sensibles (momentos clave donde están predispuestos a aprender ciertas habilidades). Para la persona guía es imprescindible una estrecha relación y comunicación con la familia, y su implicación en todo el proceso. Deben contar con una formación específica Montessori, y en España con una titulación de Magisterio.

El rol de la persona adulta va más allá de presentar los materiales. Es común que tengan una forma de hablar tranquila, siempre respetuosa hacia la infancia. En momentos de resolución de conflictos siempre actuará como mediadora, sin juicios, sin obligaciones a ninguna de las partes.

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Otros aspectos que te dicen cómo saber si una escuela es Montessori

Los anteriores son los 4 puntos básicos, principales. Pero también deberían darse los siguientes para que la escuela que estamos valorando sea realmente afín a la pedagogía Montessori:

– No hay exámenes ni notas. La evaluación la hará el/la guía a partir de la observación y tendrá unos instrumentos de evaluación donde recogerá esa información, que puede ser compartida con las familias si ellas lo desean.

– No hay premios ni castigos. Se aprende de los errores y si se ha causado daño a algo o a alguien se busca la forma de reparar ese daño. De la misma manera no se premia la buena conducta o la consecución de objetivos, se busca la motivación interior de niños y niñas. 

– En las etapas que corresponden a la educación obligatoria en España, (a partir de primaria) la mezcla de edades, entre otras cosas, no está permitida por el currículo estatal, por lo que los centros homologados suelen estar adscritos a algún centro extranjero o bien británico o bien estadounidense.

– Hay un clima de respeto mutuo. Se establece una relación de horizontalidad entre personas adultas y la infancia. No hay autoridad, sí que hay límites y unas normas básicas de comportamiento.

– Hay libertad de movimiento, y de elección de actividad. En los momentos de trabajo, el niño o la niña elige donde quiere estar, puede moverse cuando necesite, no tiene que pedir permiso para ir al baño, por ejemplo, o para salir al exterior.

Eligen la actividad que quieren desarrollar, sólo tienen que tener en cuenta dos cosas, que esté disponible, es decir que no la esté utilizando nadie en ese momento, y que ya haya sido presentada por la persona guía.

Aparte de todos los puntos anteriores, y esenciales, son centros donde lo importante es el niño o niña, sus necesidades y respetar sus ritmos. Por esto, debe primar la flexibilidad, la capacidad de adaptación, la colaboración con la familia, y sobre todo, mucho mucho amor

Espero que si en algún momento estás valorando una escuela Montessori para tus hijos/as este post te sirva. También para conocer un poquito más como son estas escuelas. Como siempre, me ayudas compartiendo, valorando y comentando mi trabajo, me encantará leerte.